El gran festival de los animales

Una historia sobre cómo la amistad hace que cada momento sea especial.

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El gran festival de los animales
Un conmovedor cuento sobre tres amigos diferentes que organizan un festival en el bosque, demostrando que la amistad verdadera puede unir a toda una comunidad.

En un frondoso bosque, lleno de árboles altos y flores de mil colores, vivían tres amigos: Lía la liebre, Tito el tortugo y Bruno el oso. Cada uno era muy diferente, pero juntos formaban un gran equipo. Lía era rápida y siempre tenía ideas divertidas, Tito era sabio y pensaba mucho antes de actuar, y Bruno era fuerte y siempre estaba dispuesto a ayudar.


Un día, Lía tuvo una gran idea. “¡Hagamos un festival en el bosque para celebrar nuestra amistad!” exclamó emocionada. Los amigos se pusieron a trabajar enseguida. Lía se encargó de invitar a todos los animales del bosque, Tito pensó en los juegos y Bruno en las decoraciones.


Mientras tanto, otros animales se preguntaban si asistirían. “¿Por qué ir al festival? No son más que un grupo de amigos”, murmuraban las ardillas, que preferían jugar solas. Pero los tres amigos estaban decididos a mostrar que la amistad era algo maravilloso.


El día del festival llegó, y el bosque se llenó de colores y risas. Lía había preparado carreras, Tito había hecho un rompecabezas gigante y Bruno había decorado todo con flores y cintas. Los animales empezaron a llegar, un poco tímidos al principio.


La carrera de Lía fue la primera. Todos los animales se alinearon y cuando sonó el silbato, Lía corrió velozmente, pero no se olvidó de ayudar a Tito, que se había quedado atrás. “¡Vamos, Tito! ¡Tú puedes!”, le gritó mientras él avanzaba con paciencia. Los otros animales, al ver la amistad y el apoyo entre ellos, comenzaron a animar a Tito también.


Después de la carrera, todos se unieron para resolver el rompecabezas gigante que Tito había creado. Al principio, cada animal intentó hacerlo solo, pero pronto se dieron cuenta de que era más divertido trabajar juntos. “¡Esto es mucho más fácil cuando todos ayudamos!” exclamó una ardilla, sonriendo.

Bruno, con su gran fuerza, ayudó a levantar piezas pesadas, mientras Lía y Tito mostraban a los demás cómo encajar las partes. Al final, todos se sintieron orgullosos al ver el hermoso rompecabezas terminado, que mostraba una gran imagen del bosque.


Cuando el sol comenzó a ponerse, todos los animales se reunieron alrededor de una gran fogata. Lía, Tito y Bruno compartieron historias de su amistad, hablando de las aventuras que habían tenido juntos. Los demás animales escuchaban con atención, y muchos de ellos se dieron cuenta de que también querían tener amigos como ellos.


Al final del festival, todos se despidieron con sonrisas y promesas de volver a reunirse. Las ardillas, que habían sido un poco tímidas al principio, se acercaron a Lía, Tito y Bruno. “Nos gustaría ser sus amigos también”, dijeron con timidez.


“¡Por supuesto! ¡Cuantos más seamos, más divertido será!”, respondió Lía, y todos se abrazaron en un gran círculo. Desde ese día, el bosque se llenó de risas y juegos, y todos los animales aprendieron que la amistad hace que los momentos sean aún más especiales.


Y así, en el frondoso bosque, los amigos vivieron felices, recordando siempre que compartir y cuidarse unos a otros es lo que realmente importa. 

Fin 



    








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